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Estrés laboral: cómo reconocerlo y afrontarlo eficazmente

  • Foto del escritor: Aida DL
    Aida DL
  • 3 nov
  • 2 Min. de lectura
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En el entorno actual, caracterizado por la alta competitividad, los plazos ajustados y la sobrecarga de información, el estrés laboral se ha convertido en una de las principales causas de malestar psicológico y físico entre los trabajadores.




Qué entendemos por estrés laboral

El estrés aparece cuando existe una diferencia entre las demandas externas —lo que se nos exige o lo que creemos que debemos hacer— y los recursos internos o externos disponibles —tiempo, energía, apoyo, competencias, etc.— para afrontarlas.

Cuando estas demandas superan de forma continuada nuestra capacidad de respuesta, se produce un desequilibrio que afecta a nuestra salud, nuestro rendimiento y nuestra calidad de vida.


Consecuencias del estrés laboral

El estrés laboral sostenido en el tiempo tiene efectos negativos sobre diferentes planos de la persona:

• Cognitivos: dificultad para concentrarse, olvidos frecuentes, pensamientos negativos o sensación de bloqueo mental.

• Emocionales: ansiedad, irritabilidad, tristeza o falta de motivación.

• Conductuales: insomnio, consumo excesivo de cafeína o alcohol, aislamiento o absentismo laboral.

Estas manifestaciones no sólo afectan al individuo, sino también a su entorno familiar y laboral, deteriorando el clima organizacional y reduciendo la productividad.


Tácticas a corto plazo: los moduladores del trabajo

En mi experiencia como psicólogo clínico y organizacional, los moduladores del trabajo (Duro, 2005e) constituyen un tipo especial de estrategias preventivas que ayudan al trabajador a mantener su bienestar durante la jornada laboral.

El objetivo es mantener las demandas del trabajo dentro de unos umbrales razonables, actuando de forma resolutiva ante los excesos o déficits que puedan afectar al equilibrio personal.

Algunos ejemplos de moduladores del trabajo incluyen:

• Dosificar la tarea en función de la energía disponible.

• Pedir ayuda o delegar cuando aparecen dificultades.

• Modular el ritmo de trabajo según la situación.

• Asentir o dar la razón a los clientes en interacciones difíciles, evitando confrontaciones innecesarias.

Estas tácticas actúan como una válvula de regulación inmediata frente al estrés, evitando que este se acumule y se convierta en un problema crónico.


Estrategias a medio y largo plazo

Aunque los moduladores del trabajo son útiles en el día a día, el manejo eficaz del estrés requiere también estrategias más profundas y duraderas, como:

• Negociar con la empresa una mejor distribución de tareas o mayor autonomía.

• Participar en programas de bienestar laboral o talleres de gestión emocional.

• Aplicar técnicas de inoculación al estrés, que ayudan a fortalecer la resistencia psicológica.

• Iniciar un proceso de terapia psicológica, especialmente cuando el estrés afecta de forma significativa al estado de ánimo o al rendimiento.


Conclusión

El estrés laboral no debe entenderse como un signo de debilidad, sino como una señal de desequilibrio entre lo que se nos pide y lo que podemos ofrecer en ese momento. Identificarlo y actuar a tiempo es la clave para preservar el bienestar personal y el rendimiento profesional.

En algunos casos, puede ser conveniente contar con la ayuda de un psicólogo clínico, que oriente y proporcione herramientas adaptadas a cada situación.

Para más información o para solicitar una cita, puede contactar con nuestro gabinete.


📞 Para más información o para iniciar un proceso de apoyo psicológico:



📞 ¿Necesitas más información al respecto? Contáctanos y te responderemos lo antes posible.

 

Gabinete de Psicología Colmenar

Colmenar Viejo, noviembre-2025


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